Resumen
La necesidad de determinar la conectividad migratoria en diversas especies de aves ha generado el surgimiento de numerosas técnicas de marcado para determinar el origen geográfico de individuos. El uso de la composición de isótopos estables en tejidos animales es una de las técnicas que más se desarrollaron en los últimos tiempos. Su uso se basa, primero, en que los valores isotópicos de diferentes elementos químicos varían espacialmente debido a procesos naturales y de origen humano. Segundo, en que un individuo, al alimentarse, asimila y eventualmente refleja en sus tejidos la composición isotópica del sitio donde se está alimentando. El tejido más utilizado en este tipo de análisis es el de las plumas remeras, ya que, al crecer, asimilan la composición isotópica del alimento, y luego permanecen metabólicamente inactivas hasta el próximo evento de muda. Aunque esta técnica ha sido exitosamente aplicada en distintas especies de aves, la variabilidad observada entre individuos limita de cierta forma su precisión. Esta variabilidad puede ser producto de diferentes procesos que afectan el cambio isotópico entre la dieta y los tejidos de la especie de interés, de desplazamientos durante el periodo de muda o de variaciones en la línea de base isotópica (cambios en los valores isotópicos de hidrógeno en las precipitaciones). Conocer y entender las fuentes de error puede ayudar a diseñar mejores estudios que minimicen la variabilidad y a desarrollar mejores modelos predictivos para determinar el origen geográfico de un individuo.
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