Resumen
La gripe aviar, cuyo principal reservorio natural son las aves acuáticas silvestres, se hizo famosa en el año 2006 con la creciente amenaza de una pandemia de la mano de la cepa altamente patógena H5N1. Si bien el temido desastre aún no ha ocurrido, una sucesión de hechos y omisiones contribuyen a que el riesgo permanezca latente. El virus de influenza aviar es uno de los tantos patógenos que, dadas las condiciones propicias, pueden afectar la salud de los animales silvestres, la salud pública, la conservación de especies, la producción animal, la seguridad alimentaria y la salud de los ecosistemas. La gripe aviar es una enfermedad globalizada, que logró derribar las barreras entre especies y las fronteras geográficas, favorecida por la falta de acción. Es de esperar que de ella hayamos aprendido que prevenir es mejor que curar.
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